La medida permitía seguir comprando crudo a Teherán a China, India y Turquía, entre otros, los que ahora, si no cesan las operaciones, se exponen a sanciones de Washington.
TNS LATAM
  
Washington y Teherán - El Gobierno de Estados Unidos anunció ayer que ocho países importadores de petróleo iraní deberán poner fin el mes que viene a esas compras bajo amenaza de sanción, tras la decisión del presidente Donald Trump de no renovar las exenciones que les había otorgado por los últimos seis meses. El anuncio generó tensión en los mercados petroleros. En Nueva York, el barril de crudo WTI para entrega en mayo subió 2,66%, 1,7 dólares, hasta 65,7 por barril. En tanto, el de Brent (de referencia en Europa) para entrega en junio subió un 2,88%, 2,07 dólares, hasta los 74,04. “El mercado está preocupado por una escasez de suministro de petróleo”, dijo Daniel Ghali, de TD Securities. “El presidente Donald Trump decidió no renovar las Excepciones de Reducción Significativa cuando expiren a principios de mayo. Esta decisión busca llevar las exportaciones de petróleo iraní a cero, privando al régimen (de Teherán) de su principal fuente de ingresos”, indicó la Casa Blanca en un comunicado. Entre los ocho países a los que Washington había dado una exención de 180 días, que culmina el mes próximo, se encuentran China, Turquía e India, que están entre los grandes compradores de crudo iraní. El secretario de Estado estadounidense, Mike Pompeo, recalcó que con esta decisión la Casa Blanca “está acelerando la campaña de presión de un modo calibrado que conjugue nuestras metas de seguridad nacional mientras mantenemos bien abastecidos a los mercados globales de petróleo”. “No habrá más exenciones más allá del 2 de mayo. Punto”, subrayó Pompeo en rueda de prensa. El funcionario, en tanto, negó que su país busque un cambio de régimen en Irán a través de la vía militar.

“Tenemos cuidado en no emplear el lenguaje de cambio de régimen”, dijo. Desde su llegada a la Casa Blanca en enero de 2017, Trump elevó la presión sobre Teherán y cumplió en mayo de 2018 con su promesa electoral de retirar a Estados Unidos del acuerdo nuclear alcanzado por su antecesor, Barack Obama, junto con otras cinco potencias. Eso a pesar de que a nivel internacional se ha constatado, sobre la base de los informes de la Agencia Internacional de Energía Atómica (AIEA) que la República Islámica cumplió con ese entendimiento, destinado a demorar su desarrollo atómico y, con ello, la posibilidad de que construya una bomba. Junto con las sanciones de fines de 2018, Washington dio exenciones a ocho naciones -China, India, Japón, Corea del Sur, Taiwán, Turquía, Italia y Grecia- que habían reducido sus compras de petróleo iraní y les permitió seguir importando sin ser sancionados durante seis meses, hasta el 2 de mayo próximo. Las autoridades iraníes, por su parte, respondieron que pese al endurecimiento de estas sanciones sus exportaciones petroleras resistirán y amenazaron de nuevo con bloquear el estratégico estrecho de Ormuz, por el que pasa cerca del 20% del comercio internacional de crudo. “De acuerdo con las normas internacionales, el estrecho de Ormuz es un cruce marítimo, por lo que en caso de que se nos restrinja cruzarlo vamos a cerrarlo”, aseveró el comandante de la Fuerza Naval del Cuerpo de los Guardianes de la Revolución, Alí Reza Tangsirí.

“Las exportaciones de petróleo de Irán no se reducirán a cero bajo ninguna circunstancia, a menos que las autoridades iraníes decidan detenerlas”, aseguró un responsable del Ministerio de Petróleo de Irán, bajo condición de anonimato, a la agencia privada iraní Tasnim. El funcionario explicó que las autoridades iraníes han analizado “todos los escenarios y condiciones posibles” y han tomado “las medidas necesarias” para proseguir con las exportaciones de crudo. “El mercado petrolero internacional necesita el crudo iraní y la República Islámica tiene muchas opciones para venderlo”, subrayó la fuente, que recordó que Irán tiene además “experiencia en sortear” las sanciones estadounidenses.

“Puesto que las sanciones en cuestión son ilegales por principio, la República Islámica no daba ni da ningún valor ni credibilidad” al fin de esas exenciones, señaló, por su parte, un comunicado de la Cancillería de Teherán. Los ingresos procedentes de las exportaciones petroleras son vitales para la economía de Irán, que sufre desde hace un año una fuerte crisis marcada por la inflación y la devaluación de su moneda. Las exportaciones petroleras de Irán cayeron a cerca de unos 800. 000 barriles diarios antes de la entrada en vigor de las sanciones dictadas por Estados Unidos en noviembre pasado, de los 2,5 millones que venía vendiendo, aunque esta cifra mejoró debido a las exenciones que ahora llegan a su fin.