En términos monetarios, la remuneración a los trabajadores a 2015 aumentó 12 veces con relación a 1990 y el excedente empresarial aumentó 13 veces.
FUENTE: PAGINA SIETE

Entre 1990 y 2015 la participación de los impuestos en los ingresos del Estado aumentó del 9% al 24%, mientras la remuneración de los trabajadores cayó del 34% al 27%, señala un informe especializado reciente. Aunque en términos monetarios a 2015 la remuneración a los trabajadores aumentó 12 veces con relación a 1990, y el excedente empresarial aumentó 13 veces, los impuestos recaudados lo hicieron en casi 40 veces, expresa el análisis de Inaset. “En las cuentas del ingreso, la participación del excedente empresarial se ha mantenido relativamente constante desde 1990 (alrededor del 52% del PIB), pero que la participación del ingreso del Estado por recaudaciones de impuestos aumentó del 13% (promedio 1990-05) al 21% (promedio 2006-16) a costa de reducir la parte de la remuneración a los trabajadores cuya participación cae del 34% al 27%”, de acuerdo al reporte.

Desde 2006, agrega el análisis, el impulso al crecimiento del PIB, por el lado del ingreso, está concentrado en el crecimiento de las recaudaciones tributarias; por el lado del gasto, básicamente por el aumento de la inversión pública antes que en el consumo privado. Añade “un crecimiento saludable y sostenido requiere que las inversiones se traduzcan en nuevas fuentes de empleo e ingresos, situación que se reflejaría en aumento del ingreso de los hogares y del aumento de su consumo, por el otro.” “Ello implica que el crecimiento del PIB según las cuentas nacionales es esencialmente ‘contable’ porque se reduce tanto el ingreso de los hogares como su capacidad de consumo, desincentivando la creación de empleo productivo, que es el factor determinante para el desarrollo sostenible”, concluye.

En ese sentido, como prácticamente la totalidad de los impuestos en Bolivia son indirectos y pagados por el consumidor final, la creciente presión fiscal, acelerada a partir de 2006 afecta directamente el ingreso neto disponible para consumo de los hogares.

El análisis de Inaset, que dirige Enrique Velazco, especialista en temas de desarrollo, explica que los ingresos y los gastos son las dos caras de una misma moneda, por lo que existe una relación directa entre el ingreso de los hogares (la remuneración al trabajo) y su gasto en consumo. Y entre los ingresos del Estado existe la relación directa entre las recaudaciones de impuestos y el gasto del gobierno en consumo y en inversión pública. En términos netos el consumo de los hogares ha aumentado notoriamente, pero ha caído como porcentaje del PIB. Esta tendencia es evidente en el comportamiento de los índices de las cuentas del ingreso y del gasto en relación a 1990=100.