El chico estaba realizando un curso de ciencias computarizadas en la Universidad Johns Hopkins, en Estados Unidos.

Niña escribiendo en una pared.
BBC Mundo

Corría el año 1968 cuando Julian Stanley, un profesor en psicometría (la disciplina que trata de medir y cuantificar las variables psicológicas) se tropezó con un niño genio de 12 años.
 
El chico estaba realizando un curso de ciencias computarizadas en la Universidad Johns Hopkins, en Estados Unidos.
 
Se llamaba Joseph Bates y era brillante, pero estaba aburrido. Iba mucho más adelantado que el resto de su grupo.

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