El fin de las importaciones de gasolina y diésel, como pretende Andrés Manuel López Obrador con dos nuevas refinerías, se sustituiría con la importación de petróleo crudo.
Fuente: Forbes
   
“Si quieres desplazar todas las importaciones de gasolina, diésel y productos refinados del país, necesitas producir más”, dijo Javier Diaz, gerente, analista y consultor de energía en América para S&P Global Platts a Forbes México.
 
El ganador de la elección presidencial pretende construir dos complejos refinadores para producir 300,000 barriles de combustibles diarios, con el fin de romper la dependencia de combustibles extranjeros. El obstáculo que enfrentaría este plan es la baja producción de petróleo crudo que enfrenta Pemex, estancada en 1.94 millones de barriles diarios. La compañía petrolera incluso ha recortado su meta de producción para 2019.
 
“Hasta que la producción pudiera aumentar, escenario que esperamos que tarde, se necesitaría una importación de materia prima, de crudo”, agregó el analista.
 
Pemex ya tiene comprometido un volumen de crudo para sus complejos refinadores, por lo que tendría que importar 200,000 barriles diarios de crudo aproximadamente para tener suficiente energético en las nuevas refinerías. “Lo que estaría haciendo es sustituir la importación de gasolinas por crudo”, dijo previamente Ixchel Castro, analista energética de la consultora Wood Mackenzie.
 
Para García, la importación de combustibles es la opción más eficiente para el país. El analista de S&P Global Platts agregó que se necesitaría una mejora de las existentes, además de las dos nuevas.
 
La empresa productiva del Estado pretende procesar, en sus seis refinerías, un millón de barriles por día (bpd) hacia finales de 2018, muy por encima de los 598,000 bpd promedio del primer trimestre.