El crecimiento de las microempresas de los rubros de textiles, cuero, marroquinería, calzados y alimentos se estancó en los últimos tres años debido a las políticas laborales implementadas por el Gobierno que incluye el incremento salarial y el doble aguinaldo. Para hacer frente a estas medidas, el sector frenó la contratación de nuevo personal y prefiere reducir el trabajo sólo al núcleo familiar.
FUENTE: LOS TIEMPOS

Es el caso de Alejandra Paco, una vendedora de ropa del mercado San Antonio que dejó de producir prendas de vestir de estación por su edad avanzada y, en su lugar, incursionó en la venta de prendas importadas y nacionales. “Solita trabajo porque ni pagar empleado puedo.

Mis hijas que son solteras en su tiempo libre me ayudan con el puesto”, añadió en un recorrido que realizó Los Tiempos por los centros de comercio del centro de la ciudad. Según la presidenta de la Cámara Departamental de la Pequeña Industria y Artesanía Productiva de Cochabamba (Cadepia), Luz Mary Zelaya, existen 1.500 afiliados a la institución y generan entre tres y 15 empleos por unidad productiva, pero esa realidad cambió para optimizar los gastos de las microempresas. “En Bolivia ser formal es un delito, porque al informal, bien gracias, nadie le molesta”, dijo.

En tanto, el presidente de la Federación Departamental de la Micro y Pequeña Empresa (Fedemype), Salustiano Acapa, afirmó que su sector cuenta con 8 mil afiliados y que cada unidad productiva genera sólo entre dos a tres empleos “para no desaparecer”. En el pliego petitorio que envió la Central Obrera Boliviana (COB) al Gobierno solicita un incremento salarial del 10 por ciento al básico y un 15 por ciento al mínimo nacional. El Gobierno ofrece sólo un 4 por ciento al básico.

En el mercado Los pequeños y medianos comerciantes que ofrecen textiles en el mercado de La Cancha indicaron que optaron por no contratar empleados, ante la imposibilidad de afrontar el pago del incremento salarial y el doble aguinaldo decretado por el Gobierno central a partir de 2013. La comerciante de zapatos para niños del mismo mercado, Nelly Quispe, destacó que sus ventas crecen durante mayo y junio de cada año, meses en los que se paga el incremento salarial. En esta época alcanza a vender hasta 10 pares de zapatos por día, frente a los cinco en promedio durante el resto del año.

A su turno, el mediano comerciante Raúl Choque, que vende calzados en la avenida San Martín, señaló que decidió trabajar junto a su esposa porque no puede responder a los “derechos laborales” de empleados. “Nunca hemos tenido empleados desde que hemos empezado, ni lo hemos pensado”, agregó. El efecto multiplicador del incremento salarial se percibe en los centros de comercio dos meses después de los acuerdos pactados entre la COB y el Gobierno. Según los comerciantes, se duplican sus ventas, pero tratan de mantener los precios y no aumentarlos porque “dejarían de vender”. 2,6% incremento al salario básico es lo que en promedio pueden pagar los productores asociados a Fedemype y a Cadepia a sus trabajadores dependientes.

BUSCAN LA FORMA DE VENDER EN EL EXTERIOR La presidenta de la Cámara Departamental de la Pequeña Industria y Artesanía Productiva de Cochabamba (Cadepia), Luz Mary Zelaya, informó que su sector realiza las gestiones para la venta de productos en los mercados europeos y de Estados Unidos. Indicó que en esos países se valora más lo que se produce de forma artesanal.

TESTIMONIOS

Estas medidas, doble aguinaldo e incremento salarial, desaniman a emplear personas, por muchas razones prefiero evitarme todo eso, los trabajadores exigen luego". Raúl Choque.

Comerciante de calzados "Nosotros no sentimos el incremento salarial ni tampoco el doble aguinaldo.

La gente se mide al comprar a veces, la situación está difícil, no se vende como antes". Vilma Quispe.

Comerciante de ropa "El tema de las manufacturas es muy crítico para nosotros porque no tenemos un crecimiento, no hay utilidades y estamos estancados hace tiempo, lamentablemente". Salustiano Acapa. Presidente de Fedemype

CONTRABANDO Y PRECIOS ALTOS AFLIGEN A LAS PYMES

El presidente de la Federación Departamental de la Micro y Pequeña Empresa (Fedemype), Salustiano Acapa, indicó que el contrabando y el incremento del precio de la materia prima generan grandes pérdidas para su sector. “Las telas empiezan a subir hasta 3 a 4 bolivianos el metro, entonces en una docena estamos hablando ya de una diferencia de 30 a 40 bolivianos”, afirmó Acapa. Explicó que se solicitó al Gobierno que intervenga en este caso para que construya una fábrica de telas, pero hasta la fecha no recibieron una respuesta.

“Ésa es la cruda realidad del sector”, dijo. Por otra parte, denunció que el contrabando de ropa usada y de productos chinos se apodera de los mercados. Según los datos de la Fedemype, por cada 10 comerciantes de productos chinos existen dos productores de manufactura nacional. “Generamos el 85 por ciento de empleo (en el país) y nos consideran la quinta rueda del auto, eso no puede ser”, afirmó.

Pese a que el Gobierno trabaja en una norma para frenar la venta de ropa usada en los mercados, hasta la fecha la norma no se aprobó en el pleno de la Asamblea. Cada año cierran entre 35 a 40 unidades productivas, pero en 2017 se superó esas cifras con 50 microempresas cerradas. “Nuestros hermanos han retornado a países de Argentina y otros, de donde ya habían retornado. La verdad es que aquí no hay las condiciones de trabajo”, dijo.