En 2017 los uruguayos volvieron a pagar las naftas y el gasoil a precios más caros en comparación a si esos mismos combustibles hubiesen sido importados.
Fuente: El Observador
   
Si se considera el precio de venta de la nafta Súper 95 que fijó el Poder Ejecutivo el año pasado ($ 45,9) y el precio medio de importación para ese mismo producto ($ 42,64), los consumidores pagaron $ 3,26 más por cada litro que adquirieron en las estaciones de servicio.
 
Algo similar ocurrió en el caso de la nafta Premium. El precio de venta al público fue de $ 47,6 y el valor medio de importación –incluyendo el margen de intermediación y los impuestos– fue de $ 44,6. Así los consumidores pagaron $ 3 más cada litro.
 
La brecha es más marcada en el caso del gasoil 50 S. Entre enero y mayo el precio en las estaciones fue de $ 41,8 y la media de importación de $ 28, lo que da una diferencia de $ 13,8 por litro.
 
Si se repite el ejercicio con los precios del gasoil que estuvieron vigentes entre junio y diciembre, después que ANCAP aplicara una rebaja, la brecha es de $ 9,4. En esos meses el gasoil se vendió en los surtidores a $ 38,5 y la media de importación fue de $ 29,1 por litro.
 
Todos los datos surgen del procesamiento realizado por El Observador a partir de información de ANCAP, el Ministerio de Energía y Minería (MIEM) y a la información obtenida del informe de Precios de Paridad de Importación (PPI) que elabora la Unidad Reguladora de Servicios de Energía y Agua (Ursea).
 
El precio de importación de los tres combustibles fue más bajo en todos los meses del año pasado respecto a su valor de comercialización en las estaciones de servicio.
 
Sobreprecio millonario
 
Si se miran las cifras totales del mercado, el gasto de los consumidores en estos tres productos fue de unos US$ 2.591 millones, mientras el precio estimado para ese volumen cuando se hace el ejercicio con precios importados suma US$ 2.150 millones. De esa manera importar combustibles habría ahorrado a los usuarios alrededor de US$ 441 millones. Esos datos reflejan la política aplicada por el gobierno de no trasladar a precios la baja que registró el precio del petróleo en los últimos dos años.
 
Del ahorro total que podría haber tenido el bolsillo de los uruguayos, US$ 347,4 millones corresponden al gasoil, que alcanzó ventas por unos 896 millones de litros.
 
En el caso de la nafta Súper, con el total comercializado el año pasado el gasto de los consumidores locales se habría aliviado en US$ 85 millones. Por su parte, en nafta Premium se gastaron US$ 8,9 millones más que si se hubiese importado desde el exterior.
 
Algo similar ocurre para 2016 donde el total ahorrado por combustibles hubiera sido de US$ 418 millones. La serie histórica también deja ver que en el promedio anual de precios, la importación de combustibles resulta más barata que refinar en Uruguay hasta 2006 inclusive, es decir en los últimos 11 años.
 
La determinación de los precios de paridad de importación corresponde al ejercicio teórico que realizan los técnicos de Ursea de calcular el precio en el mercado local de productos terminados de similar calidad a los producidos por ANCAP, en la hipótesis de que los mismos se importaran.
 
Las cifras de consumo de noviembre y diciembre fueron estimadas respecto a las cantidades vendidas en iguales períodos de años anteriores, según la serie histórica del MIEM, tomando en cuenta las variaciones del último año.
 
Brent fuera de paramétrica
 
Junto con el ajuste que rige desde el 1° de enero en las tarifas de combustible -9,8% las naftas y 5,5% el gasoil- está vigente para el primer semestre de 2018 una nueva referencia de US$ 63 para el crudo Brent y un dólar a $ 30,5, lo que da un valor de $ 1.921 por barril.
 
Tomando en cuenta el promedio de cierre del petróleo Brent (US$ 69) y el dólar promedio ($28.537) el costo del barril en pesos para ANCAP en el primer mes del año fue de US$ 1.969, es decir $ 48 por encima de la paramétrica.
 
Los precios del petróleo probablemente no subirán más allá de US$ 70 por barril en 2018, debido a un incremento de la producción de Estados Unidos que opacará los recortes de suministros globales impulsados por la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), según un sondeo realizado por Reuters.
 
La encuesta realizada a 34 economistas y analistas indicó que el crudo Brent promediará los US$ 62,37 por barril, por encima de la estimación de US$ 59,88 emitida en el anterior sondeo mensual. Los analistas ven poco probable que la racha alcista de las últimas semanas se extienda más allá del primer semestre.