El megaéxito de Luis Fonsi y Daddy Yankee se lleva cuatro premios. Rubén Blades da la sorpresa al llevarse el disco del año con un trabajo de salsa.
ELPAIS.COM

Despacito es el producto del año de la música latina. Una vez resuelto esto, la 18ª edición de los Grammy Latinos, celebrada este jueves en Las Vegas, fue un interesante contraste de dos versiones de Puerto Rico, de la música latina y hasta de la cultura en general. El megaéxito bailable de Luis Fonsi logró un total de cuatro grammys, incluido canción del año. René Pérez, Residente, el más nominado de la noche, se fue con dos grammys dentro de la categoría de música urbana por su primer disco en solitario, una exploración de dos años en la que ha buscado los sonidos de los lugares que componen su ADN. Y además, Rubén Blades se elevó desde la salsa para recoger el premio al disco del año.

Lea la noticia>