Las reservas naturales con la actividad petrolera estarían expuestas a perder su valiosa biodiversidad y serían objeto también de disputas regionales por regalías y otros derechos futuros
FUENTE: EL DIARIO

La Fundación Jubileo alertó ayer que de las 100 áreas reservadas a favor de la estatal YPFB Corporación para exploración y explotación petrolera, aproximadamente, 15 están sobrepuestas a parques naturales y áreas protegidas (AP), lo cual ha derivado en conflictos sociales, vinculados al rechazo, al impacto ambiental y a las disputas por regalías, con Industrias Extractivas en Bolivia. “La sobreposición de áreas de exploración con parques naturales provocó dos tipos de conflictividad social: un primer problema se relaciona con la oposición a la exploración, por los impactos ambientales que puede generar en zonas tan sensibles como parques naturales (…). El segundo es por disputas entre municipios y gobernaciones por una mayor participación en la renta petrolera futura”, señaló el documento.

TARIQUÍA Igualmente, cita como ejemplo de conflicto social, derivado del rechazo de las actividades hidrocarburíferas por los impactos ambientales, lo que sucede en Tarija con la sobreposición entre el área de exploración San Telmo y la Reserva Nacional de Flora y Fauna Tariquía, donde el Gobierno proyecta acelerar la exploración y posterior explotación. En cuanto a las disputas entre municipios y gobernaciones por una mayor participación en la futura renta petrolera, Jubileo mencionó los conflictos entre municipios y la Gobernación de Tarija. Los primeros demandan una transferencia directa de recursos por regalías. De su parte, el Chaco chuquisaqueño exige el 50% de participación en regalías departamentales, aunque las autoridades consideran que lo hace sin ningún criterio de planificación y de solidaridad con zonas no productoras.

DECRETO Sin embargo, la Fundación Jubileo advirtió que el Gobierno conocedor de este tipo de conflictos por sobreposiciones, ha motivado que en mayo del año 2015 emita el Decreto Supremo 2366, que autoriza actividades de exploración en dichas Áreas Protegidas. “Esta política no es nueva ni refleja un cambio repentino en la política hidrocarburífera del país, puesto que la Ley de Hidrocarburos 3058 preveía ya esta posibilidad, aspecto que saca a relucir la mentalidad rentista arraiga en la población boliviana”, apunta el estudio.

REGULACIÓN Jubileo señaló también que si bien la tecnología empleada para las actividades de exploración hidrocarburífera ha avanzado mucho en las últimas décadas y hoy es posible aminorar el impacto ambiental que suponen estas actividades, no puede negarse que haya una afectación, por lo que es necesario contar con una reglamentación que regule el desarrollo de estas actividades en parques nacionales o AP. “Luego de dos años de espera, no se cuenta aún con esa anunciada norma, muy a pesar de las presiones existentes para avanzar en la exploración en el área de San Telmo o también en el Bloque Azero.

Este aspecto pone en riesgo los parques naturales, pues eventualmente podría iniciarse la actividad exploratoria sin esta norma que garantice el uso de mejores tecnologías para una menor afectación ambiental”, menciona el documento. Fundación Jubileo consideró también que en las áreas en las que existe sobreposición, deberían delimitarse nuevamente, a fin de que estas queden fuera de los parques naturales. Aparentemente, esto es lo que estaría sucediendo con el área de San Telmo, que recientemente ha sido dividida en dos partes, mediante el DS 3107; sin embargo, “resta aún comprobar la cercanía que ambas tendrían a la Reserva Nacional de Flora y Fauna Tariquía”, precisó. “Del mismo modo, Jubileo recomienda priorizar las actividades exploratorias en las 85 áreas que no están sobrepuestas o cercanas a parques naturales, antes de intentar explorar en estas zonas de alta sensibilidad social y ambiental”.