El Gobierno aspira sacar 1.000 millones de dólares del pozo, es decir de la ronda de los 15 campos menores que se ofrecerán a empresas privadas. Así lo indicó el ministerio de Hidrocarburos a EXPRESO. Explicó que el beneficio se traduce en un incremento de alrededor de 25.000 barriles de petróleo por día, en su pico de producción; en dos años y medio.
Fuente: Expreso‎
   
Enfatizó que los contratos serán de tarifas variables y “siempre se protegerán los intereses del Estado ecuatoriano”.
 
La autoridad, a través de la encargada del departamento de comunicación, Yessenia Barreno, agregó que la modalidad que se va a aplicar es de prestación de servicios específicos, para el desarrollo y rehabilitación de pozos abandonados.
 
Pero, para dos expertos consultados por Diario EXPRESO, es preferible que las inversiones privadas se enfoquen en otras áreas, por ejemplo en la minería, y no en la extracción del crudo. El Gobierno gana más dejando que Petroamazonas explote los 15 campos, los que ahora se ofrecen a inversores privados.
 
Augusto Tandazo, exsecretario de la Organización Latinoamericana de Energía, se pregunta si la meta al ofrecer los 15 campos en rondas es para repetir la fórmula de Correa, de que los inversores den las rentas por anticipado, lo que implicaría “comerse por adelantado lo que se ganaría a futuro”; un dinero que se va a necesitar en ese mañana, o la meta es buscar contratos; “igual, eso no es un beneficio para el país”.
 
Aunque la autoridad ha manifestado que no se firmará más cuotas fijas, para pagar la explotación, los expertos advierten que tras el desplome del precio del petróleo, en el pasado, Ecuador pagó más por producción (unos $ 35) que lo que recibía por la venta de un barril (unos $ 30). Por lo tanto concuerdan con que ese error no se puede repetir.
 
Para Tandazo el país no gana nada entregando los 15 campos a inversores privados. Explicó que el costo de producción para la empresa pública es menor a lo que cobraría una empresa privada. Según Petroamazonas el costo promedio de producción es de 17,26 dólares por barril, pero un inversor externo no cobraría menos de 35 dólares.
 
Agregó que no sería necesaria una desinversión si el ministerio de Finanzas entiende que debe dejar dinero para comprar el maíz, para alimentar a la gallina de oro. Es decir, dejar los dólares para explotar los campos de petróleo y no que gaste todo lo que ingresa por la venta de los barriles de crudo.
 
Lo que más preocupa a los expertos es que se entreguen campos probados y no para recién explorar. Aunque ello debería hacer atractiva la oferta para los inversores, es posible que no sea así, dijo Santiago Bucaram, director del Instituto de Economía de la Universidad San Francisco de Quito. Explicó que recibir un bajo precio por la explotación no es negocio y en ese caso es posible que prefieran, por ejemplo campos de Estados Unidos.
 
Para Bucaram el precio del barril de petróleo juega un papel muy importante en esta negociación, al ser de tarifa variable; y hay que tomar en cuenta que no hay indicios de que el barril de crudo cueste a corto plazo más de $ 60. Ahora está por debajo de $ 50. Lo que implicaría que Ecuador pagaría menos de lo que las empresas privadas externas están acostumbradas a recibir, más de $ 30 por barril, indicó Bucaram.
 
Sin embargo, el ministerio de Hidrocarburos enfatizó que ofrecer los campos a inversores privados sí es un beneficio para el país, porque los campos menores aún tienen áreas de desarrollo y presentan mayores condiciones de riesgo técnico y económico, por ello se necesita inversión.