"Asumir la ANP representa una oportunidad de ayudar a mejorar el ambiente de negocios y una gran responsabilidad, especialmente cuando en Brasil el sector energético vive la mayor transformación de su historia", reflexiona.

FUENTE: REVISTA PETROLEO & GAS

“Una  invitación irrecusable”, así califica su llegada a la ANP, la entidad que regula a todo el sector petróleo y gas de Brasil. Nunca había trabajado para una entidad del Estado, este es un nuevo reto en un momento crucial para el futuro de este sector. “Vivimos quizás los mayores desafíos en la historia de nuestra industria”, dimensiona al puntualizar las grandes reservas de gas y petróleo de Brasil, la necesidad de más inversiones, pero a la vez de mayor transparencia.
 
Fue uno de los hombres clave en la década de los 90’s en la consolidación del contrato de compraventa de gas Bolivia-Brasil que marcó un antes y un después en la economía del país. Cree que el futuro energético para Brasil es promisorio “con más oportunidades que nunca para los inversionistas”, pero además con un mercado “más abierto y competitivo”. Dice que de Bolivia preocupan “las reservas de gas” y que el sector necesita “recuperar su dinamismo”. Recuerda su vida en Bolivia como “de los mejores años” de su vida, que está siempre pendiente de la realidad del país con la esperanza de que lo sembrado en su momento sea reconocido un día “por el impacto positivo” que tuvo para el país. 
Habla de la realidad del shale gas, de la competencia del GNL, de los retos de Brasil, de un nuevo contrato de gas, de una nueva y mejor etapa para Petrobras, de sus retos en la ANP y de su amor por Bolivia. Esta es una de las voces autorizadas para hablar de la relación energética entre Bolivia y Brasil. 
 

• ¿En lo personal que significa para usted asumir un cargo tan importante en la ANP?.
 
Fue una sorpresa. Nunca pensé que me tocaría un rol de este tipo. Me dediqué toda la vida a las actividades empresariales. Jamás había pensado en trabajar para el Estado. No tengo y nunca tuve alguna vinculación política. No conocía al Presidente o al Ministro. Asumir la ANP representa una oportunidad de ayudar a mejorar el ambiente de negocios y una gran responsabilidad, especialmente cuando en Brasil el sector energético vive la mayor transformación de su historia. Una  invitación irrecusable para alguien preocupado con el futuro de su país.
 
• ¿Cuál es el rol que juega la ANP en Brasil?
 
La agencia tiene múltiples funciones. Destaco algunas. Regula los sectores de petróleo, gas natural y biocombustibles. Autoriza a los diferentes agentes económicos a actuar en el sector. Fiscaliza la industria, la calidad del combustible vendido a los consumidores y la seguridad de las operaciones e instalaciones. Ejecuta las licitaciones de áreas para exploración y producción, firma los contratos en nombre del Estado y hace seguimiento a su ejecución. Calcula las contrapartidas recibidas por el  Estado, como los royalties sobre la producción. En resumen, es responsable por la regulación de una parcela importante del producto interno bruto del país.
 
• ¿En términos generales cuales son los desafíos que tiene Brasil en el campo del petróleo y gas?
 
Cuando Petrobras fue creada en los años cincuenta, Brasil era un país rural, menos del 40% de la población vivía en las ciudades, y era dependiente de la agropecuaria. Durante los más de 60 años durante los cuales el país se convirtió en una sociedad moderna y  la economía se industrializó, Petrobras fue dominante en el sector de petróleo y gas. Hubo apenas un momento de apertura relevante en el final de los años 90´s, cuando el monopolio fue formalmente eliminado y la ANP creada. Apertura que fue exitosa en la exploración y producción. En los primeros años la actividad creció mucho. Todavía el descubrimiento del pre-sal y las discusiones que hubo llevaron a la paralización de los bid rounds (rondas de licitaciones) y a la disminución de la actividad exploratoria. En los segmentos de gas natural y downstream a Petrobras siempre ha sido dominante, con o sin monopolio formal. Ahora, después que Petrobras dejó de tener la obligación de operar todos los bloques en el pre-sal, vivimos el retorno de los bid. Este año serán cuatro, tanto en el pre-sal así como en áreas bajo concesión onshore y offshore. Nunca hubo tantas oportunidades exploratorias disponibles para los inversionistas en Brasil. En el sector del gas natural, por la primera vez tendremos nuevos actores en posición relevante. Lo mismo empieza a pasar en el sector de downstream. Así, por primera vez, en función de las desinversiones de Petrobras, se está construyendo un mercado realmente competitivo en los sectores de gas natural y downstream en Brasil.
 
• ¿Cómo encara Brasil el desafío de desarrollar sus reservas de pre-sal, garantizar las inversiones, reinventar a Petrobras y abastecer su demanda creciente?
 
Vivimos quizás los mayores desafíos en la historia de nuestra industria. Simultáneamente, tenemos, por primera vez grandes reservas por desarrollar, por encima de la capacidad de ejecución de Petrobras, y para eso necesitamos atraer inversiones. Petrobras atraviesa un fuerte proceso de reducción de deuda y de venta de activos. La demanda volverá a crecer y seremos más dependientes de importaciones de derivados mientras los proyectos en refinación no sean retomados. Por otro lado, los biocombustibles deben tener un rol importante en el abastecimiento. Todo eso requiere un gran esfuerzo de coordinación para que esas transformaciones ocurran en beneficio de la sociedad y del consumidor brasileño. Trabajar para eso es uno de los principales objetivos de la ANP.
 
• Se aproxima el final del contrato GSA y es inminente la negociación para ampliarlo de alguna manera ¿Qué tan diferentes son los escenarios en Brasil hoy, en comparación a la década de los 90s cuando se negoció el GSA?
 
La negociación del GSA es una atribución de Petrobras y/o de otras compañías interesadas en el gas boliviano. La agencia conduce los procesos de licitación de transporte y aprueba los contratos. La situación hoy es muy distinta.  En aquella época, hubo una discusión si la compra de gas por Brasil debería ser de Bolivia o de Argentina. Brasil no tenía reservas significativas y la importación de gas natural licuado (GNL) todavía no estaba en agenda. Bolivia y Argentina eran las dos únicas alternativas. De manera correcta se decidió por comprar el gas boliviano que fue y sigue siendo importante para el país. Ahora Brasil tiene las grandes reservas offshore por desarrollar, el país cuenta con terminales para recibir GNL y tiene un gran potencial en sus cuencas terrestres. El desarrollo de las reservas en shale en los Estados Unidos impactó de forma muy importante los precios del gas y del GNL, que están en niveles muchos más bajos. Y nadie piensa que deben crecer mucho en los próximos años. Petrobras era la única compradora y transportadora,  lo que no parece que se repetirá. Estamos todos en una situación muy distinta.
 
• ¿Cómo estima usted que será ese contrato? (Petrobras comprará todo?, los volúmenes, etc.)
 
Petrobras declaró que deberá comprar parte de los volúmenes, dejando que otros interesados también participen en la compra y transporte del gas boliviano.  Si ese escenario se configura, creo que los volúmenes totales deberán ser una composición de lo que venga a comprar Petrobras y los otros interesados, posiblemente compañías distribuidoras de gas en los estados brasileños.  
 
• ¿Qué es lo que más preocupa a Brasil respecto de Bolivia?
 
La principal cuestión relacionada con el gas boliviano es la disponibilidad de reservas para garantizar el cumplimiento de contratos futuros.
 
• ¿Desde enero Brasil redujo su compra de gas natural de Bolivia a alrededor de 50% del contrato, por qué sucedió eso?
 
El consumo de gas natural es de alrededor de 100 millones metros cúbicos al día en Brasil, siendo cerca de la mitad utilizada en las usinas termoeléctricas. Así, cuando no hay necesitad de utilizar las termoeléctricas el consumo baja. Fue lo que ocurrió en principios de 2017, impactando los volúmenes importados, pero eso que ya está cambiando.


 
• ¿Cuáles son las fortalezas del sector de gas y petróleo de Brasil?
 
Son muchas. Grandes reservas por explorar tanto en tierra cuanto en offshore, el pre-sal es la principal provincia petrolífera convencional por desarrollar en el planeta, el potencial de las reservas no convencionales no empezó a ser explorado. Tiene un mercado muy grande que debe volver a crecer rápidamente, posibilitando la ejecución de grandes inversiones en proyectos de gas natural, refinación, logística y biocombustibles. Somos de los mayores productores mundiales de biocombustibles con enorme potencial de crecimiento. Con las transformaciones que estamos viviendo, Brasil es uno de los países con más oportunidades tanto en exploración y producción así como en gas natural y downstream en el mundo.
 
• Hoy Brasil ya produce 2,7 millones de barriles de petróleo/d y 100 MMm3/d de gas. Esos son números de gran relevancia para cualquier país. En ese marco, ¿Brasil apunta a su independencia en el abastecimiento?
 
Son números relevantes que deben crecer mucho en los próximos años con el avance de los proyectos ya en curso y como resultado de las nuevas licitaciones que serán hechas. Brasil ya es exportador de crudo, condición que va seguir ganando fuerza. En función de las desinversiones de Petrobras los proyectos de refinación fueron postergados. Como el mercado seguirá creciendo, las importaciones de derivados también deben subir, abriendo oportunidades para nuevos proyectos en logística, downstream y biocombustibles.
 
• En cuanto a gas natural cuáles son los números del abastecimiento del mercado brasilero actualmente? (producción local, importaciones de Bolivia, GNL, etc.) y este escenario cambiará en el futuro cercano?
 
Cuando parte importante de las termoeléctricas está en operación, el mercado es de unos 100 millones de metros cúbicos por día, de los cuales la mitad es de producción local, unos 30 millones vienen de Bolivia y unos 20 millones son importados en los terminales de GNL. En el mediano plazo podremos tener un crecimiento de la importación de GNL para atender proyectos termoeléctricos ya planeados. En el largo plazo el crecimiento del mercado deberá ser atendido por el aumento de la producción doméstica.
 
• ¿Cómo ve ANP el rebalanceo petrolero mundial, con el impulso de Trump a proyectos petroleros, con el boom de shale gas en Estados Unidos, con la Opep más débil que antes. Qué impacto tendrá eso para Brasil y para la región?
 
La producción en las áreas de shale tiene un impacto grande. Es una nueva forma de actuación. Una vez identificada la cuenca, el riesgo exploratorio es casi inexistente. Los pozos entran en producción rápidamente. Las reservas son inmensas. La producción en el shale significa “el final del petróleo (y del gas natural) caro”. Un precio alto impulsaría la producción de manera a aumentar la oferta. Así, en el largo plazo los precios tienden a adecuarse a los costos de producción en el shale, que han sido decrecientes en función de las optimizaciones y de la aplicación de tecnología. Ese escenario pone presión en la producción convencional que debe ser competitiva. Brasil tiene el pre-sal, que es la zona offshore con mayor competitividad. Aun así tenemos todos de buscar la máxima competitividad posible para viabilizar nuevos proyectos.  Es un escenario benigno, lejos del concepto del peak oil. La época del petróleo no acabará por falta de petróleo y el mundo podrá hacer la transición hacia una economía de bajo carbono de una manera más tranquila, sin choques de precios que perjudiquen el crecimiento económico.
 
• ¿Cree usted que el shale gas es una amenaza para Brasil y para los productores de gas de Sudamérica?
 
No entiendo porque se insiste en referirse al shale como una amenaza que puede ocurrir. Ya ocurrió. No es amenaza, es una realidad desde la década pasada. La evolución de los precios del gas y la oferta de GNL están ahí para confirmarlo. La tendencia es que la producción siga creciendo y que los precios sigan el aumento de la oferta, lo que pone presión de competitividad en los proyectos regionales.
 
• ¿Cuánto afectó y afecta al desarrollo del sector energético el problema de Lava-Jato?
 
Las investigaciones en Brasil impactaron a Petrobras y la industria de servicios en el pasado reciente. El reflejo presente y futuro es muy positivo pues pasamos a tener una industria más confiable y ética, lo que es fundamental para que podamos aprovechar todo el potencial que presenta el mercado brasileño. Como resultado de todo este momento que vivimos, que no se resume en las investigaciones e incorpora todo el proceso de modernización y apertura por el que pasa el país, tendremos un mercado más abierto y competitivo en beneficio de la sociedad y del consumidor brasileño.
 
• ¿Cómo ve al sector hidrocarburos de Bolivia?
 
Veo un sector que necesita recuperar el dinamismo y atraer las inversiones necesarias para la comprobación de reservas. Un sector que debe seguir adaptándose al nuevo mundo que vivimos desde el colapso de los precios, mucho más competitivo.
 
• ¿Cree que Petrobras seguirá siendo en gran actor de Brasil en Bolivia?
 
Creo que el espacio que Petrobras conquistó con mucho esfuerzo, riesgo e inversión en Bolivia le garantiza una posición estratégica en la relación entre los dos países.
 
• ¿Qué significa Bolivia para usted?
 
Bolivia significa mucho para mí. Tanto en el campo profesional cuanto en lo que corresponde a mi vida personal y familiar. Representa un país donde tuve grandes oportunidades. Me convertí en el Presidente de Petrobras Bolivia, cuando era muy joven en un momento estratégico durante la construcción del gasoducto, de los descubrimientos y desarrollo de los campos de gas más importantes de la región, de la disputa con otras empresas por los espacios disponibles en el mercado brasileño, que dependía de nuestra eficacia y eficiencia, de la compra de las refinerías de Cochabamba y Santa Cruz y de la formación de la red de distribución de derivados con las primeras estaciones de servicio con bandera de Petrobras fuera del Brasil, del desarrollo del gasoducto Yacuiba–Río Grande dentro de tantos otros desafíos.
 
De la construcción a partir de una base muy chica de una empresa integrada de petróleo y gas, del pozo a la estación de servicio, la mayor empresa del país en aquel entonces. También el país en que, por dinámicas económicas y sociales, no fue posible avanzar en el proyecto de integración regional que buscábamos impulsar en beneficio de las empresas y de las sociedades locales. Como las cosas son como son, siempre nos quedaremos con la duda: ¿qué hubiera pasado y cómo estarían nuestros países si las cosas hubieron tomado un rumbo distinto?
 
En lo personal, Bolivia es el lugar donde crie a mis hijos, donde pase algunos de los mejores años de mi vida. También es el lugar donde pude ofertar oportunidades a toda una generación de jóvenes que ingresaron en Petrobras y hasta hoy dedican su vida profesional a la empresa que ayudé a crear veinte años atrás o a su país. Un lugar en que tuvimos, un grupo de brasileños y bolivianos principalmente, la oportunidad única e histórica de implementar un proyecto impactante para los dos países y para la región. Capaz de transformar la economía de Bolivia, con inmensos reflejos en la sociedad y en la calidad de vida de la población. Un proyecto que espero que sea reconocido un día por el impacto positivo que ocasionó en el país y por los beneficios que ha producido para todos los bolivianos. 
 
Finalmente, mi experiencia en Bolivia fue incomparable e inolvidable. Me transformó para siempre en "un camba más".
 
 
Décio Fabrício Oddone da Costa, Director General de la ANP

Es Ingeniero eléctrico por la Universidad Federal do Rio Grande do Sul, Brasil. Cursó el post graduado en ingeniería de petróleo en Petrobras, el Advanced Management Program en Harvard Business School y el Advanced Management Programme del Insead, Francia. Participó del equipo pionero de perforación en offshore profundo de Petrobras en los años 80. Ocupó diferentes posiciones gerenciales en Petrobras en Brasil, Argentina, Angola, Libia y Bolivia, donde fue presidente de Petrobras Bolivia de 1999 a 2004. De 2004 a 2008, fue responsable por las actividades internaciones de Petrobras en América del Sur. Fue presidente del directorio de Petrobras Energía S.A., con base en Argentina y miembro del directorio de otras empresas del grupo Petrobras. En 2008 asumió la posición de CEO de Petrobras Energía S.A. y la presidencia del directorio de la Petroquimica Innova S.A. También fue vicepresidente en Braskem S.A. Es miembro del directorio del Instituto de las Américas en San Diego en los Estados Unidos y del Grupo de Análisis de la Coyuntura Internacional (Gacint) de la Universidad de São Paulo. Desde diciembre de 2016 es Director General de la ANP.
 
 
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