El proyecto que están terminando de cerrar YPF y Shell apostará por pozos horizontales y se enfocará en la zona de gas del área.
Fuente: Rio Negro
  
El proyecto que están terminando de cerrar YPF y Shell apostará por pozos horizontales y se enfocará en la zona de gas del área. McClendon y Galuccio tras la firma del primer acuerdo. McClendon y Galuccio tras la firma del primer acuerdo. Tras el acuerdo entre YPF y Shell, se abre una nueva etapa en Vaca Muerta Comparte esta noticia IMPRIMI LA VERSION SOLO TEXTO Casi en segundo plano y voz baja cada vez son más los que anticipan una nueva ola para Vaca Muerta. Aún cuando los precios internacionales del petróleo no se recuperan de acuerdo a lo esperado y las inversiones para 2017 siguen dilatadas. El gobernador neuquino, Omar Gutiérrez, se sumó a ese coro cada vez menos moderado y ubicó el acuerdo que la semana pasada firmaron YPF y Shell como el punto de partida: “Vaca Muerta venía en segunda y ahora hay que poner tercera”. Sin embargo el modelo utilizado por ambas operadoras tiene algunas particularidades que merecen ser repasadas.
 
Según informó la petrolera nacional a la Bolsa de Valores se trata de un acuerdo que incluye “los principales términos y condiciones para el desarrollo conjunto de un piloto de shale oil y shale gas”. Tras la firma se abre un periodo de “exclusividad” para la negociación entre las partes. El proyecto planificado para el área Bajada de Añelo comenzará tras el convenio definitivo y la aprobación de la provincia de Neuquén.
 
En dos tramos se invertirán 305,8 millones de dólares (más IVA) de los que cuales Shell aportará el 97,6% mientras que YPF desembolsará 2,4%. A cambio la petrolera angloholandesa se quedará con el 50% del bloque y asumirá la operación del desarrollo.
 
La firma que hasta 2015 condujo el ahora ministro de Energía, Juan José Aranguren, en el país tiene un perfil netamente dedicado al downstream, es decir refinación y venta de combustibles y lubricantes. Sin embargo desde 2012, en coincidencia con el boom de Vaca Muerta, sumó acreaje no convencional en la Cuenca Neuquina. Participa como operadora en Sierras Blancas, Águila Mora, Cruz de Lorena y Coirón Amargo Sur Oeste. Además está asociada a Total en La Escalonada y Rincón de la Ceniza.
 
El presidente de la compañía, Teófilo Lacroze, destacó los resultados que vienen obteniendo en la formación no convencional. Si bien la firma apuesta a la extracción de hidrocarburos –el año pasado puso en marcha una planta de producción temprana de crudo en Sierras Blancas– aún no incide en el mapa de la producción de gas y petróleo del país: terminó 2016 con 31.955 metros cúbicos de petróleo (0,7% de lo que sacó YPF).
 
El acuerdo con la petrolera nacional incluye ceder la operación del piloto en Bajada de Añelo a Shell. Algo que resulta inusual para los acuerdos de inversión que YPF viene firmando para los desarrollos en Vaca Muerta.
 
Antecedentes
 
La petrolera nacional consiguió la concesión de 35 años del bloque a partir de 2015 (vence en 2049). El proyecto presentado incluyó un piloto en tres etapas con la perforación de 31 pozos (11 horizontales). En simultáneo YPF se quedó con el 100% del área luego de negociar con la provincia el retiro de GyP (15%), previo pago de una suma de dinero y el traspaso de activos.
 
Sin embargo el último intento con el que se buscó avanzar sobre el área llegó cuando Miguel Galuccio (exCEO y presidente de YPF) firmó un acuerdo de inversión con la empresa American Energy Partners, que luego se frustró por la trágica muerte de su CEO, Aubrey McClendon.
 
Para ese proyecto se proponía una inversión de 450 millones de dólares y las condiciones de asociación eran similares, el inversor se quedaba con el 50% del área pero la operación seguía bajo el mando de la petrolera nacional. Además se sumaba un plan anexo para explorar el bloque Cerro Arena, junto a Pluspetrol y la estatal neuquina GyP.
 
Proyecto inicial
 
El plan que YPF presentó a la provincia y con el que consiguió los 35 años incluyó la perforación de 1.193 pozos de los cuales 897 serían verticales y 296 horizontales. Para todo el desarrollo la firma con mayoría accionaria estatal estimó una inversión total de 10.605 millones de dólares.
 
Para la etapa piloto, que estaba planteada entre 2015 y 2019, la inversión estimada fue de 477 millones de dólares, un 36% menos que lo propuesto por Shell para este nuevo arranque. Con los plazos avanzado según el plan original, la nueva UTE seguramente necesitará una prórroga para los tiempos del piloto.
 
Fuentes de YPF confirmaron que se mantendrá el proyecto que fue aprobado por la provincia para obtener la concesión. Agregaron que para este año está previsto realizar el primer pad de pozos del piloto que se ubicará al noroeste del área donde se encuentra la ventana de gas y condensado.
 
Inicialmente, por las características que Vaca Muerta tiene allí de entre 180 y 230 metros de espesor, los pozos serán mayoritariamente horizontales y la profundidad de la perforación será similar a la de Loma Campana: 2.300 metros.
 
El área se encuentra en una de las zonas más calientes de Vaca Muerta. Tiene 205 kilómetros cuadrados y se encuentra sobre las ventanas de petróleo volátil y gas condensado, dos hidrocarburos muy valorados en la industria por sus propiedades. YPF cuenta con cuatro pozos exploratorios y estudios de sísmica 2D y 3D, el último de ellos realizado en 2016 con parámetros de última generación.
 
Actualmente tiene un pozo en producción (BAÑ.x-8) que está entregando 30 metros cúbicos/día de petróleo y 25.000 metros cúbicos/día de gas.
 
Áreas calientes
 
Bajada de Añelo y La Amarga Chica fueron dos emblemas de la última etapa de la relación entre la petrolera provincial GyP e YPF. Ambos bloques mostraron un enorme potencial sobre Vaca Muerta y por entonces, a fines de 2014, tanto desde la operadora como desde el gobierno de Jorge Sapag reconocieron que las participaciones con acarreo de la firma neuquina complicaban la definición de nuevos socios para YPF.
 
El acuerdo, por 41 millones de dólares, incluyó un bono en efectivo que ingresó al Tesoro neuquino y la cesión de seis bloques convencionales.
 
En La Amarga Chica YPF tiene en marcha un piloto, desde mediados de 2015, junto a la compañía malaya Petronas por 475 millones de dólares. El prospecto está dividido en tres etapas y el objetivo es completar 35 pozos (verticales y horizontales) en busca de shale oil. En este caso la operación quedó a cargo de la petrolera nacional.
 
“Vaca Muerta venía en segunda y ahora hay que poner tercera. Y esta nueva etapa ya tuvo el primer hijo”, dijo en la semana el gobernador neuquino Omar Gutiérrez. El área tiene potencial en shale oil y shale gas. Cuenta con estudios de sísmica 2D y 3D. Además tiene tres pozos exploratorios con muy buenos resultados. En el 2015 YPF consiguió la concesión por 35 años con un proyecto piloto de u$s 477 millones y una inversión total superior a los u$s 10.000 millones. “En colaboración con YPF, esperamos mejorar nuestro conocimiento de Vaca Muerta y profundizar nuestra contribución al país”, indicó el presidente de Shell Argentina, Teófilo Lacroze, luego del convenio. “Es una satisfacción asociarnos con Shell, una compañía con amplia experiencia en desarrollo de shale oil y gas en Norteamérica”, dijo el presidente de YPF, Miguel Gutiérrez, tras la firma del acuerdo. En números 97,6% de los u$s 305,8 millones para el piloto en Bajada de Añelo los aportará Shell. YPF pondrá u$s 7,3 millones del total. 573.000 barriles equivalentes de petróleo es el cálculo inicial para los 35 años de concesión. 1.193 pozos proyectó perforar YPF en el proyecto con el que solicitó los 35 años para el desarrollo de Bajada de Añelo. De ellos 296 serán horizontales.